San Diego alguna vez tuvo la reputación de ser un lugar popular para el cruising gay al aire libre, pero ese aspecto de la escena ha desaparecido en gran medida. En el pasado, lugares como Balboa Park y partes de las playas eran conocidos puntos de encuentro para hombres que buscaban encuentros discretos.
Con el tiempo, el aumento de la vigilancia policial, el desarrollo de los espacios públicos y el auge de las aplicaciones digitales desplazaron el cruising de los parques a espacios privados o en línea. Hoy en día, San Diego realmente no tiene una zona de cruising central. Lo que queda es más memoria histórica que escena activa, y la mayor parte de la vida LGBTQ+ de la ciudad se centra en los bares, clubes y lugares comunitarios de Hillcrest.
